La mastitis es una inflamación del tejido mamario. Con más frecuencia es causada por una infección de la mama que afecta a las mujeres que están amamantando a sus bebés, aunque puede presentarse en cualquier mujer. La piel abierta o una abertura en el pezón puede permitir que las bacterias entren en un conducto de la mama, donde pueden crecer. Esto causa inflamación y un aumento en el flujo sanguíneo. Puede que el área se sienta muy dolorida, se enrojezca y se sienta caliente al tacto. Otros síntomas pueden incluir fiebre y dolor de cabeza.

¿Cómo se trata?

La mastitis se trata con antibióticos. En algunos casos, se puede formar un absceso en la mama (acumulación de pus). Los abscesos son tratados mediante el drenaje de pus, ya sea a través de cirugía o mediante el uso de una aguja (a menudo guiada con una ecografía), para luego administrar antibióticos. En ocasiones los episodios de mastitis son repetidos y finalmente se deben de someter a cirugías programadas para la extirpación del tejido y conductos enfermos.

¿Tiene algo que ver con un cáncer de mama?

La mastitis no aumenta el riesgo de una mujer de padecer cáncer de mama. Pero un tipo poco común de cáncer conocido como cáncer inflamatorio de mama causa síntomas similares a la mastitis y puede confundirse con una infección. Si se diagnostica mastitis y el tratamiento con antibióticos no es útil, puede que se requiera una biopsia de la piel para asegurarse que no se trate de cáncer (variante inflamatoria). El cáncer de mama inflamatorio puede propagarse rápidamente y es una variante de mucha agresividad. Por lo tanto, no hay que demorar la consulta con el médico si aún presenta síntomas tras el tratamiento con antibióticos.