El carcinoma de tiroides es un cáncer poco común pero es la neoplasia maligna más común del sistema endocrino. Existen dos tipos básicos: tumores diferenciados (papilar o folicular) que son sumamente tratables y, generalmente, curables; y los tumores poco diferenciados (medular o anaplásico) son mucho menos comunes, y de rápida evolución, hacen metástasis temprano y tienen un pronóstico mucho más precario. El cáncer de tiroides afecta con mayor frecuencia a la mujer que al hombre y suele presentarse entre las personas de 25 a 65 años.
¿Cómo se diagnostica?
Ante la aparición de un nodulo tiroideo se deben de practica técnicas diagnosticas como determinaciones analíticas, ecografía de tiroides y puncion para extracción de una muestra del nodulo. La confirmación del cáncer viene por el estudio de la muestra obtenida al microscopio.
¿Cuál es su tratamiento?
La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de tiroides. Se puede usar uno de los siguientes procedimientos:
- Lobectomía: cirugía para extirpar el lóbulo de la tiroides donde se encuentra el cáncer. Se puede realizar biopsias de los ganglios linfáticos del área para verificar si contienen cáncer.
- Tiroidectomía total: extirpación de toda la glandula tiroidea.
- Linfadenectomía: extirpación de los ganglios linfáticos del cuello que contienen cáncer.
¿Son necesarios más tratamientos?
Casi todos los tumores intervenidos necesitaran posteriormente un tratamiento con yodo radiactivo para destruir todas aquellas células que no se hayan podido extirpar con la cirugía. No son habituales los tratamientos con quimioterapia o radioterapia salvo casos excepcionales.